El mundo del cannabis ha evolucionado enormemente en las últimas décadas, y una de las innovaciones más revolucionarias ha sido la aparición de las variedades autoflorecientes. Estas cepas han cambiado las reglas del juego para cultivadores de todo el mundo, ofreciendo una alternativa rápida, resistente y fácil de cultivar en comparación con las variedades fotodependientes tradicionales. Pero, ¿cuál es el origen de estas plantas y qué las hace tan especiales?
El Origen de las Autoflorecientes y la Ruderalis
Las variedades autoflorecientes deben su existencia a una subespecie poco conocida del cannabis: Cannabis ruderalis. A diferencia de sus parientes sativa e índica, que dependen del fotoperiodo (horas de luz y oscuridad) para iniciar la floración, la ruderalis florece de manera automática en función de su edad, sin importar la cantidad de luz que reciba.
Esta adaptación es resultado de su evolución en las regiones frías de Europa del Este, Siberia y el centro de Asia, donde los veranos son cortos y las estaciones cambian rápidamente. En estas condiciones extremas, la ruderalis desarrolló la capacidad de completar su ciclo de vida en solo 8 a 10 semanas, asegurando su supervivencia en climas hostiles.

Dmitri Yanishevsky y el Descubrimiento de la Ruderalis
El botánico ruso Dmitri Yanishevsky fue uno de los primeros en estudiar la Cannabis ruderalis a principios del siglo XX. Al analizar sus características, descubrió que a diferencia de la índica y la sativa, esta variedad florecía de forma independiente del fotoperiodo. Su investigación sentó las bases para los avances genéticos que, décadas más tarde, darían origen a las modernas variedades autoflorecientes.
La Hibridación: Creando las Primeras Autoflorecientes
A pesar de su ventaja evolutiva, el Cannabis ruderalis no era inicialmente una opción atractiva para el cultivo. Su bajo contenido de THC y su producción limitada la hacían poco interesante para cultivadores que buscaban potencia y rendimiento.
Desde los primeros estudios de Dmitri Yanishevsky, muchos investigadores y criadores han intentado hibridar la ruderalis con genéticas más potentes de cannabis índica y sativa. Ya en los años 70, algunos breeders comenzaron a experimentar con estas mezclas, intentando estabilizar fenotipos que combinarán la autofloración con la calidad psicoactiva de las variedades comerciales. Sin embargo, los primeros intentos no fueron satisfactorios: las plantas eran inestables, poco productivas y con perfiles de cannabinoides poco consistentes.
Todo cambió con la aparición de un fenotipo revolucionario: Lowryder del breeder cannadiese Joint Doctor, considerada la primera autofloreciente comercial estable. Este híbrido marcó un antes y un después en la historia del cultivo moderno. Con la variedad Lowryder se logró por fin combinar de forma exitosa:
- La capacidad autofloreciente heredada de la ruderalis
- La potencia y efectos psicoactivos característicos de las índicas o las sativas
- Un ciclo de floración rápido y controlado, ideal para cosechas exprés y eficientes
Este fue el punto de partida para el desarrollo de cepas autoflorecientes modernas, cada vez más estables, productivas y con perfiles aromáticos y cannabinoides de alta calidad.

El Camino de la estepa siberiana al País Vasco
Desde aquellas plantas Landrace de la lejana República de Tartaristán hasta Bilbao , la evolución de las genéticas autoflorecientes se popularizó en toda Europa a partir de los años 2000.
En Genehtik Seeds, el breeder David Merino comprendió pronto que la demanda del mercado evolucionaba hacia ciclos más rápidos y cultivos más accesibles. Fue entonces, sobre el año 2009, cuando comenzó a trabajar con cruces autoflorecientes utilizando como base genética la Lowryder, pero combinándola con algunas de las variedades más representativas del catálogo Bilbo, como la Kritikal Bilbo o la AK 47 que aportarán potencia por su porcentaje de THC . El reto era conservar el carácter único de estas cepas , su sabor, su potencia psicoactiva y resistencia, reduciendo la presencia del gen Rudelaris, mientras se incorporan los rasgos no fotodependientes.
El resultado fue una nueva línea de autoflorecientes con sello propio, que no sólo mantenía la personalidad de las variedades madre, sino que además incorporaba lo mejor del carácter Bilbo: potencia, sabor intenso, estructura compacta y gran adaptabilidad.
La marihuana más célebre de España —y de buena parte de Europa— no podía quedarse sin su versión autofloreciente. Ese fue precisamente el objetivo: trasladar toda la esencia de la mítica Kritikal Bilbo a una genética de floración automática. Así nació la Kritikal Bilbo Auto, una cepa descendiente directa de la original, creada para conservar su sabor inconfundible, su efecto potente y su carácter productivo.
Fruto de este trabajo, en 2012, Genehtik Seeds lanzó al mercado sus primeras variedades autoflorecientes, que rápidamente conquistaron el interés de cultivadores que buscan rapidez y calidad, como detalla David sobre el lanzamiento de la GOXUAK AUTO en el magazín Soft Secrets nº 6 en el 2012.

Tres años después, en 2015, este esfuerzo fue reconocido en diversas copas cannábicas, donde la versión autofloreciente de la Kritikal Bilbo empezó a ser galardonada, demostrando que era posible unir rapidez y excelencia genética sin renunciar a la calidad ni a los aromas de la cepa original.

Desde entonces, las variedades autoflorecientes se han evolucionado de forma espectacular, alcanzando niveles de calidad, producción y potencia equiparables a los de sus equivalentes fotodependientes. En Genehtik Seeds, año tras año hemos ido evolucionando y mejorando nuestro catálogo, pero seguimos manteniendo como objetivo prioritario la conservación del carácter auténtico de nuestras variedades Bilbo, adaptándolo a formatos cada vez más rápidos y manejables a cultivadores noveles como pueden ser las variedades AUTOS .
Actualmente, nuestras autoflorecientes permiten cosechas en apenas 8 a 10 semanas desde la germinación, sin necesidad de modificar el régimen de luz. Su resistencia natural y facilidad de manejo las convierte en la opción ideal para cultivos en entornos exigentes o con variables externas que no podemos controlar o para quienes buscan practicidad sin sacrificar sabor, efecto ni personalidad genética de las cepas BILBO.

En Genehtik Seeds trabajamos constantemente en la evolución genética para adaptarnos a las necesidades del cultivador. Hoy, nuestras variedades autoflorecientes son la opción ideal para quienes priorizan rapidez, calidad y adaptabilidad sin renunciar a un sabor y efecto auténticos.
KRITIKAL BILBO AUTO: Híbrido Kritikal Bilbo Autofloreciente
AMNESIA BILBO AUTO: Semilla feminizada autofloreciente Amnesia Bilbo
NEVIL BILBO AUTO: Híbrido Neville Haze Autofloreciente.
NORTHERN LIGHTS AUTO: Híbrido Northern Lights X Autofloreciente
STRAWBILBO BANANA AUTO:Híbrido Strawberry Banana Autofloreciente